Bienestar durante el embarazo

Bienestar durante el embarazo

Cuidarse en el embarazo

Así como hay distintas de maneras de cuidarse físicamente durante el embarazo (dieta y el ejercicio), también hay maneras de cuidarte mental y emocionalmente.

Aquí, además de ser consciente de tus expectativas, es útil reflexionar sobre otros factores de tu vida que puedan causar estrés y/o tener un impacto negativo. También puede ser útil identificar dónde y cómo puedes aumentar los aspectos positivos, tal vez mediante redes de apoyo u otros servicios. Esto puede incluir, por ejemplo, estar al tanto de los profesionales de la salud con los que te sentirías cómoda y segura para obtener información o asesoramiento, identificar amigos y familiares que sientas que puedes confiar o servicios en a los que puedas acudir en caso de necesitar apoyo adicional.

Otra manera como puedes cuidar de ti misma durante el embarazo es siendo consciente de los cambios de tu estado de ánimo. A menudo somos conscientes de los cambios físicos que le están ocurriendo a nuestros cuerpos, pero nos olvidamos del impacto mental que estos pueden tener sobre nosotras.

Para esto, es bueno informarse sobre condiciones como la depresión y la ansiedad que comúnmente ocurren en el embarazo. Aprender sobre los signos y síntomas comunes puede ayudarte a identificar qué buscar y qué hablar con tu profesional de la salud. Recuerda que cuanto más rápido busques ayuda, más rápido podrás recuperarte.

Estar bien no es sólo lo mejor para ti mientras te preparas para convertirte en mamá, sino también lo es para tu bebé y para tu pareja.

Para obtener consejos y estrategias sobre cómo mantenerse bien durante el embarazo visita COPE: Centro de Excelencia Perinatal.

¿Por qué se presenta la infección vaginal en el embarazo?

Durante los meses de gestación, se producen cambios en el pH vaginal. Por esta razón, los especialistas consideran que es la etapa más vulnerable para la proliferación de bacterias.

Durante los meses de gestación, se producen cambios en el pH de la mujer, por esta razón, los especialistas consideran que es la etapa más vulnerable para la proliferación de bacterias, es decir, de una infección vaginal en el embarazo.

El embarazo representa un período de cambios para toda mujer. Es una etapa en la que todo se modifica. Desde las variaciones más perceptibles como la ansiedad y el aumento de peso hasta alteraciones del organismo poco conocidas, como las infecciones vaginales.

El papel de las hormonas y la infección vaginal en el embarazo

Durante los 9 meses de gestación, el nivel de hormonas femeninas cambia y afecta directamente al pH del área genital. En lo cotidiano, el pH de la zona vulvar es ácido e inferior al de otras partes del cuerpo, y se sitúa en un rango de 3.8 a 4.2, con la finalidad de impedir el crecimiento de bacterias.

Durante el embarazo la futura mamá protagoniza diversos cambios hormonales que comprometen directamente la capa protectora ácida. De esta manera, la variación a un pH mayor a 4.2 puede alterar el equilibrio en detrimento de la flora habitual, lo que deja espacio a la proliferación de gérmenes patógenos. Por esta razón, los 9 meses de gestación representan una de las etapas más vulnerables de la mujer para adquirir infecciones del tracto ginecológico.

Cómo protegerse de una infección vaginal en el embarazo

Es necesario que toda mamá tome cuidados especiales para mantener su zona íntima limpia y protegida durante esta importante etapa de la vida.

Entre las principales recomendaciones se encuentran:

  • Usar ropa interior de algodón.
  • No utilizar ropa muy ajustada o de materiales sintéticos.
  • Lavar la ropa interior con jabón de barra y enjuague, sin dejar residuos.
  • Lavar la zona íntima con un jabón especial con pH ácido que limpie, hidrate y ayude a prevenir infecciones del área vulvoperineal.
  • No se recomienda utilizar desodorantes íntimos, talcos, aromatizantes ni sales de baño o burbujas.
  • Evitar traumatismos de la región genital como el rasurado, la depilación o fricción.
  • Si se observan cambios en el flujo vaginal, prurito, ardor o mal olor, no automedicarse y consultar al ginecólogo u obstetra.