La falta de aire en el embarazo
La falta de aire en el embarazo
Esta sensación se debe a que el embarazo aumenta casi un 20% la necesidad de oxígeno de tu cuerpo. Para lograr este aumento tu organismo modifica la circulación sanguínea
La falta de aire en el embarazo se debe a que en éste mismo aumenta casi un 20% la necesidad de oxígeno de tu cuerpo. Para lograr este aumento tu organismo modifica la circulación sanguínea dentro de tus pulmones y la forma en que ellos movilizan el aire.
En todos nosotros los pulmones retienen parte del aire que inspiramos y éste queda adentro. En el embarazo tus pulmones manejan el cambio de sus necesidades a expensas del aire que queda luego de la espiración: lo disminuye para permitir una mayor entrada de aire en la inspiración.
Causas de la falta de aire en el embarazo
Si bien la frecuencia con que respiras se mantiene igual, lo que aumenta es el aire que entra con cada inspiración, y de ahí se saca más oxígeno. Esto hace que tengas la sensación de “conciencia de la respiración” o de pseudo-disnea (sensación de falta de aire), que no percibes normalmente fuera del embarazo, el ejercicio o la enfermedad. En general, no se vincula al ejercicio y es más notoria cuando estás sentada que cuando estás parada.
Además, en etapas avanzadas del embarazo, al estar acostada puedes tener algo de falta de aire provocada por la compresión del útero al diafragma y los pulmones.
Esto mejora fácilmente al
dormir con almohadas semirecostada o dormir de costado.
Síntomas y tratamiento
Si la sensación de falta de aire se acompaña de dolor en el pecho, de palpitaciones, de fiebre, de chillidos al respirar, de dolor y sensación de empastamiento de pantorrilla, es importante que consultes a tu médico, ya que puedes estar experimentando una complicación más grave.
Ten siempre a mano el número de tu asistencia de emergencia para poder comunicarte con ellos ante eventualidades como estas. Recuerda que tu pareja debe conocer estos contactos, pues será ella quien logre realizar la llamada.
¿Por qué se presenta la infección vaginal en el embarazo?
Durante los meses de gestación, se producen cambios en el pH vaginal. Por esta razón, los especialistas consideran que es la etapa más vulnerable para la proliferación de bacterias.
Durante los meses de gestación, se producen cambios en el pH de la mujer, por esta razón, los especialistas consideran que es la etapa más vulnerable para la proliferación de bacterias, es decir, de una infección vaginal en el embarazo.
El embarazo representa un período de cambios para toda mujer. Es una etapa en la que todo se modifica. Desde las variaciones más perceptibles como la ansiedad y el aumento de peso hasta alteraciones del organismo poco conocidas, como las infecciones vaginales.
El papel de las hormonas y la infección vaginal en el embarazo
Durante los 9 meses de gestación, el nivel de hormonas femeninas cambia y afecta directamente al pH del área genital. En lo cotidiano, el pH de la zona vulvar es ácido e inferior al de otras partes del cuerpo, y se sitúa en un rango de 3.8 a 4.2, con la finalidad de impedir el crecimiento de bacterias.
Durante el embarazo la futura mamá protagoniza diversos cambios hormonales que comprometen directamente la capa protectora ácida. De esta manera, la variación a un pH mayor a 4.2 puede alterar el equilibrio en detrimento de la flora habitual, lo que deja espacio a la proliferación de gérmenes patógenos. Por esta razón, los 9 meses de gestación representan una de las etapas más vulnerables de la mujer para adquirir infecciones del tracto ginecológico.
Cómo protegerse de una infección vaginal en el embarazo
Es necesario que toda mamá tome cuidados especiales para mantener su zona íntima limpia y protegida durante esta importante etapa de la vida.
Entre las principales recomendaciones se encuentran:
- Usar ropa interior de algodón.
- No utilizar ropa muy ajustada o de materiales sintéticos.
- Lavar la ropa interior con jabón de barra y enjuague, sin dejar residuos.
- Lavar la zona íntima con un jabón especial con pH ácido que limpie, hidrate y ayude a prevenir infecciones del área vulvoperineal.
- No se recomienda utilizar desodorantes íntimos, talcos, aromatizantes ni sales de baño o burbujas.
- Evitar traumatismos de la región genital como el rasurado, la depilación o fricción.
- Si se observan cambios en el flujo vaginal, prurito, ardor o mal olor, no automedicarse y consultar al ginecólogo u obstetra.