Recetas saludables para el embarazo

Recetas saludables para el embarazo

Ahora es el momento perfecto para empezar a pensar en tu dieta durante el embarazo. 

Cuando estés embarazada, lo que comas y bebas, de cualquier manera llegará al bebé y por tanto, hay ciertas vitaminas y minerales que pueden hacer una diferencia en el crecimiento y desarrollo de tu bebé. De igual manera, es importante tener claro qué cosas son malas.
 
Hemos reunido información útil sobre el embarazo, incluyendo qué comer, qué alimentos evitar, recetas y más.

Comiendo durante el embarazo

Hay algunas cosas importantes que debes tener en cuenta cuando estás comiendo por dos. Como regla básica, fresco es mejor. Incluir más frutas y verduras en tu dieta es una de las mejores maneras de aumentar su consumo de vitaminas y minerales.

¿Qué comer durante el embarazo?

Come alimentos sanos, no procesados, particularmente grandes cantidades de verduras. Algunas vitaminas y nutrientes esenciales para ti y tu bebé incluyen: 


- Vitamina A, B, C, D y E

- Calcio

- Ácido fólico

- Omega 3

- Proteína

- Hierro

- Cinc

- Yodo

Para mayor información sobre qué comer durante el embarazo, consulta nuestra información sobre nutrición y alimentación durante el embarazo.

Alimentos que se deben evitar durante el embarazo

Existen algunos tipos de alimentos que se deben evitar durante el embarazo ya que podrían causar problemas:

Alimentos que puedan contener la bacteria Listeria: quesos madurados, carnes crudas de tipo delicatesen, sushi, leche y derivados lácteos no pasteurizados.

Se deben evitar los alimentos con alto contenido de mercurio: peces crudos y peces depredadores, estos incluyen tiburón, pez espada y barracuda. Una buena alternativa es el salmón que es relativamente bajo en mercurio.

El alcohol y la cafeína deben ser evitados.

Dieta y náuseas matutinas

Agua, té suave, batidos de frutas, cereales con leche baja en grasa e incluso limonada son buenas opciones como bebidas.

Por las mañanas, asegúrate de tener algo en el estómago que no sean tus enzimas digestivas, mantén un recipiente de galletas y un vaso de agua en tu mesa de noche.

La apariencia y el olor de ciertos alimentos puede ser demasiado para muchas mujeres embarazadas. No cocines hasta que te sientas mejor, evítalo si es necesario.

Por la noche, toma un vaso de leche y come algo ligero justo antes de ir a dormir.

Evita los alimentos muy picantes, grasosos o dulces. Los alimentos suaves y fáciles de digerir como arroz, pasta, fideos, bocadillos, fruta y pan tostado son buenas alternativas.

Pautas de la dieta durante el embarazo

No saltes las comidas. Procura comer porciones de tamaño pequeño a moderado, que no te hagan sentir demasiado llena, de 5 a 6 veces al día todos los días.

Desayunar ayudará a llevar los niveles de azúcar en la sangre a un rango saludable después de haber ayunado por tantas horas.

No realices dietas para eliminar las toxinas de tu cuerpo. Es poco probable que vayas a tener complicaciones, a menos que tengas deficiencia hepática o renal. Si tienes dudas, consulta con profesional de la salud.

No limites el rango o variedad de los alimentos en tu dieta durante el embarazo. Tu bebé saboreará los alimentos que comes cuando ingiera el líquido amniótico. Esto activará sus papilas gustativas de modo que cuando tengan la edad suficiente para ingerir comida sólida (alrededor de 6 meses de edad), serán más receptivas a la gama de sabores.

Incluye calcio en tu desayuno. La leche, el yogurt, el té o el café en leche y el queso sobre las tostadas ayudarán a corregir el déficit de calcio en tus huesos, utilizado durante la noche. Los huesos necesitan depósitos regulares de calcio y vitamina D para mantenerse fuertes.

Mantén bocadillos y aperitivos a la mano. En el primer trimestre, cuando las náuseas y los vómitos son comunes, comer algo puede marcar la diferencia en cómo te sientas.

Cede a los antojos si los tienes. Por lo general hay una razón biológica para los antojos que tienen las mujeres embarazadas, siempre y cuando sean comidas comestibles.

Abandona el alcohol. No existe un nivel seguro ni probado en el cual las mujeres embarazadas puedan beber alcohol, la única manera de asegurarse de no excederse es abstenerse. Redescubre los jugos de frutas frescas, agua carbonatada con un toque de lima o jugo de limón, o simplemente agua del grifo. El fluoruro presente llegará a la mandíbula de tu bebe, donde sus dientes y la capa del esmalte se están formando.

Compra sal yodada. Las mujeres embarazadas necesitan esto para el bienestar y el funcionamiento de su tiroides. Es importante destacar que tu bebé lo necesita para aumentar su coeficiente intelectual. Los mariscos, el pan fortificado con yodo, los vegetales de hojas verdes y los huevos son una buena fuente de suministro.

Comer en los buffets o barras de ensaladas puede ser riesgoso. Sólo come alimentos de que no hayan reposado durante mucho tiempo.

Lee las etiquetas de los alimentos. La regla general es que la mayor concentración de un componente alimenticio se coloca primero en la lista de ingredientes. Si no reconoces alguno, es probable que no sea muy bueno para ti o tu bebé.

Complicaciones del embarazo y la dieta

Los problemas de salud como la diabetes gestacional, la deficiencia de yodo, la anemia, la preclamsia, la hipertensión arterial y la hiperémesis gravídica son sólo algunos de los inconvenientes más comunes que las mujeres embarazadas pueden experimentar.

Ocasionalmente, lo que comas jugará un papel importante para mejorarte y aliviar o controlar los síntomas. Para obtener más información sobre complicaciones del embarazo visita nuestra página web.

¿Por qué se presenta la infección vaginal en el embarazo?

Durante los meses de gestación, se producen cambios en el pH vaginal. Por esta razón, los especialistas consideran que es la etapa más vulnerable para la proliferación de bacterias.

Durante los meses de gestación, se producen cambios en el pH de la mujer, por esta razón, los especialistas consideran que es la etapa más vulnerable para la proliferación de bacterias, es decir, de una infección vaginal en el embarazo.

El embarazo representa un período de cambios para toda mujer. Es una etapa en la que todo se modifica. Desde las variaciones más perceptibles como la ansiedad y el aumento de peso hasta alteraciones del organismo poco conocidas, como las infecciones vaginales.

El papel de las hormonas y la infección vaginal en el embarazo

Durante los 9 meses de gestación, el nivel de hormonas femeninas cambia y afecta directamente al pH del área genital. En lo cotidiano, el pH de la zona vulvar es ácido e inferior al de otras partes del cuerpo, y se sitúa en un rango de 3.8 a 4.2, con la finalidad de impedir el crecimiento de bacterias.

Durante el embarazo la futura mamá protagoniza diversos cambios hormonales que comprometen directamente la capa protectora ácida. De esta manera, la variación a un pH mayor a 4.2 puede alterar el equilibrio en detrimento de la flora habitual, lo que deja espacio a la proliferación de gérmenes patógenos. Por esta razón, los 9 meses de gestación representan una de las etapas más vulnerables de la mujer para adquirir infecciones del tracto ginecológico.

Cómo protegerse de una infección vaginal en el embarazo

Es necesario que toda mamá tome cuidados especiales para mantener su zona íntima limpia y protegida durante esta importante etapa de la vida.

Entre las principales recomendaciones se encuentran:

  • Usar ropa interior de algodón.
  • No utilizar ropa muy ajustada o de materiales sintéticos.
  • Lavar la ropa interior con jabón de barra y enjuague, sin dejar residuos.
  • Lavar la zona íntima con un jabón especial con pH ácido que limpie, hidrate y ayude a prevenir infecciones del área vulvoperineal.
  • No se recomienda utilizar desodorantes íntimos, talcos, aromatizantes ni sales de baño o burbujas.
  • Evitar traumatismos de la región genital como el rasurado, la depilación o fricción.
  • Si se observan cambios en el flujo vaginal, prurito, ardor o mal olor, no automedicarse y consultar al ginecólogo u obstetra.