Semana 7 de embarazo - La nutrición durante el embarazo
Semana 7 de embarazo - La nutrición durante el embarazo
Debido a que tu ritmo metabólico se ve acelerado por el embarazo tendrás unas necesidades alimenticias superiores. No obstante, eso no significa comer el doble que lo habitual.
Para que tengas una idea, durante el embarazo se necesitan aproximadamente 300 calorías suplementarias por día, incluyendo un importante componente de proteínas (aproximadamente 30 gramos más por día). Las proteínas son sustancias orgánicas que contienen:
- Carbono
- Hidrógeno
- Nitrógeno
- Oxígeno.
El consumo de alimentos ricos en este elemento es fundamental para el desarrollo de la estructura corporal, suministran material necesario para el crecimiento y la formación de los tejidos y órganos del cuerpo. Algunas proteínas forman parte del sistema inmunológico y de esta forma acentúan la capacidad del organismo para defenderse. Estas sustancias “fundamentales” puedes encontrarla en diversos alimentos tanto de origen animal (carnes, pescados, leche y huevos), como vegetal (legumbres, cereales y frutos secos).
La alimentación, clave durante el embarazo .Tu dieta es muy importante en esta etapa, recuerda que estás comiendo por ti y por tu futuro hijo. Prueba seguir las siguientes recomendaciones y así contribuirás a la buena salud de tu bebé:
1. Dieta balanceada: lo mejor en esta etapa es comer una gran variedad de alimentos a lo largo del día. Debes incluir: proteínas, harinas, grasas, frutas y vegetales. (Carne, huevo, pescado, leche, legumbres tales como lentejas, porotos, habas, cereales, frutos secos)
2. Azúcares: intenta consumir alimentos muy ricos en azúcares*. Frutas, verduras, leche y sus derivados, también dulces.
3. Grasas: trata de evitar alimentos fritos.
4. Agua: lo más recomendable es tomar por lo menos 8 vasos de agua al día. Recuerda que algunos alimentos ya contienen en si mismos agua tales como las frutas, las verduras, la leche pero puedes ayudarte tomando jugos, tes, mate y otras infusiones.
5. Alcohol y otras sustancias: abstenerse de tomar bebidas alcohólicas, cigarrillo y drogas.
*Ante cualquier duda, consulta con tu médico o nutricionista.
Una gran variedad de factores influyen en el desarrollo intrauterino. Sin embargo el más importante es el nutricional. La mamá debiera tener un apropiado suministro de alimentos porque de ella depende su bebé. Además, también inciden otras condiciones patológicas propias del embarazo (hipertensión, por ejemplo). De esta manera, el peso y el tamaño al nacimiento son consecuencia de la calidad de vida de la madre, especialmente, del estado nutricional.
Tu cuerpo
Los síntomas más comunes en esta etapa son:
- Náuseas
- Sabores raros
- Senos sensibles y agrandados
- Temperamento irritable
Tal vez no experimentes todos estos malestares, ya que todas las mujeres son distintas. En cualquier caso, ¡pasan rápido! Tu cuerpo experimenta cambios: el abdomen todavía no se hace notar, pero ya puedes haber aumentado algo de peso.
Tu bebé
- A esta altura tu bebé duplicó su tamaño: mide entre 10 y 13 mm. Este ser tan pequeñito se lo puede ver y escuchar mediante una ecografía. ¡Cuánta emoción junta!
- Verás que su cabeza es enorme en relación al resto del cuerpo. El corazón late muy rápido y ya tiene cuatro cavidades.
- Los bronquios comienzan a desarrollarse en los pulmones. En cuanto a sus manos y pies los verás como a aletas.
- Su cara se desarrolla de forma rudimentaria, así como pulmones, ojos, oídos, sistema digestivo, brazos y piernas primitivos.
- El bebé usa la placenta como su principal órgano excretor antes de nacer. Sin embargo, la principal función de este órgano es la de asegurar el transporte de nutrientes de la mamá al feto.
Tratamos de ser lo más precisos posible, pero teniendo en cuenta que las tasas de crecimiento y desarrollo del embarazo son ocasionalmente diferentes en cada mujer, te recomendamos leer la semana de tu embarazo con un rango de una semana hacia adelante y una semana hacia atrás. Si tienes alguna duda adicional, consulta con tu médico.
¿Por qué se presenta la infección vaginal en el embarazo?
Durante los meses de gestación, se producen cambios en el pH vaginal. Por esta razón, los especialistas consideran que es la etapa más vulnerable para la proliferación de bacterias.
Durante los meses de gestación, se producen cambios en el pH de la mujer, por esta razón, los especialistas consideran que es la etapa más vulnerable para la proliferación de bacterias, es decir, de una infección vaginal en el embarazo.
El embarazo representa un período de cambios para toda mujer. Es una etapa en la que todo se modifica. Desde las variaciones más perceptibles como la ansiedad y el aumento de peso hasta alteraciones del organismo poco conocidas, como las infecciones vaginales.
El papel de las hormonas y la infección vaginal en el embarazo
Durante los 9 meses de gestación, el nivel de hormonas femeninas cambia y afecta directamente al pH del área genital. En lo cotidiano, el pH de la zona vulvar es ácido e inferior al de otras partes del cuerpo, y se sitúa en un rango de 3.8 a 4.2, con la finalidad de impedir el crecimiento de bacterias.
Durante el embarazo la futura mamá protagoniza diversos cambios hormonales que comprometen directamente la capa protectora ácida. De esta manera, la variación a un pH mayor a 4.2 puede alterar el equilibrio en detrimento de la flora habitual, lo que deja espacio a la proliferación de gérmenes patógenos. Por esta razón, los 9 meses de gestación representan una de las etapas más vulnerables de la mujer para adquirir infecciones del tracto ginecológico.
Cómo protegerse de una infección vaginal en el embarazo
Es necesario que toda mamá tome cuidados especiales para mantener su zona íntima limpia y protegida durante esta importante etapa de la vida.
Entre las principales recomendaciones se encuentran:
- Usar ropa interior de algodón.
- No utilizar ropa muy ajustada o de materiales sintéticos.
- Lavar la ropa interior con jabón de barra y enjuague, sin dejar residuos.
- Lavar la zona íntima con un jabón especial con pH ácido que limpie, hidrate y ayude a prevenir infecciones del área vulvoperineal.
- No se recomienda utilizar desodorantes íntimos, talcos, aromatizantes ni sales de baño o burbujas.
- Evitar traumatismos de la región genital como el rasurado, la depilación o fricción.
- Si se observan cambios en el flujo vaginal, prurito, ardor o mal olor, no automedicarse y consultar al ginecólogo u obstetra.